PUEBLO PARA EL TURISMO
El anonimato del poblado que se ubicaba en uno de los
caminos del Magdalena, con un pasado de arrieros, comerciantes, aventureros,
jugadores, colonizadores, conservadores y católicos, desapareció con la
construcción del embalse. La nueva vida se tornó un reto para los guatapenses.
Sin la constancia y beligerancia de sus vecinos de El Peñol, mucho más
afectados, mantuvieron abierto sus espíritus a los reacomodos que fueron
inevitables, lograron un cambio lento y firme hacia otros modos de vida que les
permitiera afianzar su identidad,.una identidad que fusiona lo viejo y lo nuevo
para un pueblo revitalizado hacia el turismo y el comercio.
Imagen Recuperada FanPage Guatapé Colombia. |
No cabe duda que
las posibilidades de desarrollo endógeno
estaban limitadas. En varios proyectos de ordenamiento urbano basta con la
contribución ciudadana; pero para los proyectos que querían hacer del pueblo un
centro turístico, era indispensable la presencia de instituciones y personas de fuera
que invirtieran en la localidad.
La transformación del medio colocó a todos los pobladores
en la mira del comercio y los servicios
ligados a la industria turística. Un Guatapé construido y mantenido por sus
hijos para convertirlo en “meca del turismo antioqueño”. Poco a poco las
instalaciones hoteleras se mejoraron, igual que los restaurantes.
El turismo había sido ocasional en la localidad,
principalmente en vacaciones y Semana Santa, hasta la pavimentación de la vía
que dio mejor acceso y activó los planes turísticos y recreativos.
Imagen Recuperada FanPage Guatapé Colombia. |
La imagen de pueblo turístico es algo que los habitantes
incorporaron al devenir de su municipio. La valoración positiva se enmarca en
la imagen externa que quieran proyectar. Un rostro conformado por los elementos
de la naturaleza al servicio de la producción turística, lúdica y recreativa; y
elementos incorporados a la cultura local como el embalse con un alto valor
estético y paisajístico.
El guatapense pareció tener más claro su destino turístico
que el peñolita, de quien aprendió la dinámica de empresa, la solidaridad y la
voluntad para crear su propio destino. El Peñón de Guatapé, símbolo de
hermandad y conflicto entre peñolitas y gutapenses, es también referente
natural para el turismo acuático. La afirmación de la identidad guatapense
alrededor de La Piedra, llegó al punto de que por iniciativa de jóvenes hijos
del pueblo, se hubiese intentado pintar en inmensas y visibles letras blancas
la palabra Guatapé.
Imagen Recuperada FanPage Guatapé Colombia. |
El elemento fundamental en el proyecto turístico era la
represa. La pesca era uno de los pasatiempos favoritos, actividad más deportiva
que económica. Se reúnen familiares y amigos a la orilla de la represa, o salen
en bote a disfrutar el paisaje apacible de bosques y montículos. En la represa
también se realizan deportes y
festivales náuticos que empiezan a atraer la atención de propios y
extraños. Todo esto es síntoma de una
positiva apropiación del nuevo entorno lacustre.
El malecón ha pasado a ser un punto de encuentro, de
integración y separación entre las aguas y las calles. La brisa que acompaña a
los caminantes les hace sentir la fría placidez de un pueblo revivido,
cambiándose definitivamente para el turismo y el comercio.
REFERENCIAS:
Colección de estudios de localidades; Guatapé, Pág. 57,
58 y 59.
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