IMÁGENES DE LA VIRGEN EN EL PEÑON
En el mes de septiembre subsiguiente a la conquista de la roca, don Ramón Díaz, Pedro Nel y don Luis
Eduardo Villegas, decidieron colocar un recordatorio en honor a la Santísima
Virgen de Carmen, el día de su fiesta, los ayudó a lograr el objetivo; fue así
que consiguieron una imagen de un metro con cuarenta centímetros de alto, con
la cual querían agradecer a la Santa Madre el prodigio de llegar a coronar el
peñón.
Para celebrar esta tarea, varios amigos recolectaron algún
dinero con el fin de premiar dicha osadía; y don Ramón, Pedro Nel y Luis
Eduardo; decidieron adquirir una imagen y una placa en mármol con la siguiente
inscripción: “El día diez y seis de julio de 1.954 los valientes alpinistas
guatapenses Luis Villegas López, Ramón Díaz y Pedro Nel Ramírez, bajo el
auspicio de padre Alfonso Montoya Velásquez escalaron este peñón e izaron en la
cumbre el Pabellón Nacional”.
En el mismo año de 1.954 siendo párroco de Guatapé el Pbro.
Jesús Giraldo, se realizaba la celebración del centenario de la Inmaculada Concepción
de la Santísima Virgen, él y don Luis Villegas, estuvieron observando un sitio
en el peñón para colocar una imagen, esta era, para celebrar el centenario de la
Inmaculada; el sacerdote Giraldo aspiraba a una imagen decorada en oro, por la cual buscó en el
peñón hasta encontrar el sitio ideal a sesenta y siete metros de altura e
indicó a don Luis si era capaz de colocar dicha imagen a lo que él dió su
palabra.
Más tarde, se dirigieron a Medellín, donde mandaron a
construir una imagen de dos metros con cincuenta centímetros de alta y con unos
trescientos kilogramos de peso; este encargo era para una semana después, en
medio de un espedo invierno, fue transportada en una volqueta del departamento,
que la alcanzó a llevar hasta quinientos metros antes de llegar al pie del
peñón, pues hasta allí había carretera, de este sitio en adelante, con los
trabajadores de don Luis y vecinos de la región se pusieron en la tarea de
llevarla hasta el pie del peñón lo que no resultaba fácil de movilizar, y no
menos difícil resultaba izarla en su sitio de permanencia y asegurarla bien;
este resultó ser uno de los trabajos más difíciles y peligroso para don Luis.
Al día siguiente subió con los trabajadores a la cima desde
donde se descolgaron con manilas al sitio de ubicación de la imagen, al llegar
allí encontraron que la roca era muy empinada y para hacer la peana (plataforma) era
necesario incrustar barras de hierro en las que se vaciara el concreto
necesario para hacer el trabajo, debido al mal estado del tiempo, llevaban
nueve días trabajando y sólo les quedaban ocho días disponibles, pues el ocho
de diciembre debían tener la imagen ya en su sitio, el cinco de diciembre
tenían preparado subir la imagen, fueron subiendo las piezas más ligeras y
luego las más pesadas y así dieron cumplimiento a su labor, ya que el ocho de
diciembre de 1.954 se encontraba nuestra imagen en la mejor y más fuerte paena (plataforma)
hasta hoy vista.
REFERENCIAS:
Conversión de la naturaleza en el sueño de un paisa,
Rosalba Torres Mora, pág. 62 y 63.
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