EMBALSE
“Medellín morirá
de sed dentro de cincuenta años”, esa fue quizá la sentencia más amenazante con
que terminó una asamblea de alto nivel en la que participaron los más
importantes industriales, ingenieros,
políticos y representantes del sector de servicios públicos de la
ciudad. Corrían los veranos de 1.930, cuando de golpe se descubrió que el rio
Medellín era insuficiente y que iba muriendo paulatinamente en la boca de la
ciudad que crecía sin mesura.
Pronto y como consecuencia de tal amenaza, se organizaron
comisiones de estudio, revisión de acueductos. La iglesia diseñaba campañas de
rogativas con efectos a largo plazo; en
fin, se llamó a las fuerzas vivas a responder al desafío mientras el agua del
rio descendía silenciosamente, la conmoción crecía en todos los sectores
responsables del desarrollo de la ciudad.
No sólo era preocupación la incertidumbre por la futura carencia, de agua, sino también la escasez de energía. Había que salir del valle de Aburrá a buscar por los altiplanos estos dos indispensables recursos. Necesario fue recorrer el norte de Antioquia, el sur de Medellín y el oriente cercano. Era urgente buscar agua para almacenar y conducir por tubería a Medellín, del oriente salieron opciones, las mismas que permitieron también pensar en la producción de energía.
Pensaron retener de plano el riachuelo de
Guarne, pero este era insuficiente y no apto; cerrar de tajo el curso del Rio
Negro sería echar el agua a la ciudad más pujante de la región (Santiago de
Arma de Rionegro); tapar la quebrada la
Marinilla echaría a pique a Marinilla y Santuario a más de sus ricas tierras; Sólo una cosa era
clara “si había gua pero cómo detenerla”.
Embalse. |
Remitiéndonos a los tiempos de la conquista de oriente se
dice que en el año 1.930 y siguiendo el
mismo recorrido que hicieron Álvaro y
Diego de Mendoza como comisionados de
Tejelo; una comisión tomó el camino de las aguas del Rio Negro abajo y luego de
bajar atrás las jurisdicciones de Marinilla, San Vicente, El Peñol,
navegaron por el rio hasta encontrar la
nuca de la botella. Era el cañón de Santa Rita, entre los municipios de Guatapé
y Alejandría, unas millas antes de llegar hasta el “Salto Velo de Novia” junto
a las aguas termales, territorio de Alejandría. A diferencia de los
conquistadores, estas comisiones dispusieron muy pronto de avionetas para
sobrevolar la cuenca del atractivo y prometedor rio Nare.
Era en Santa Rita donde se podía taponar el curso del Rio
Nare, la zona eran grandes extensiones de tierra un poco selvática, valles de
ganadería, mucha tierra virgen y aguas puras. Había que represar el rio para
devolver sus aguas a Medellín y aunque se dispusiera de 50 años para evitar que
el mal augurio se hiciera realidad.
Así nació la idea definitiva del embalse sobre el Rio
Nare, en el año 1.954 la Gai Panamericam Corporation realizó los primeros
estudios y luego intervino una firma francesa, la misma que propuso la
construcción de dos grandes centrales hidroeléctricas en Guatapé y San Rafael. Quince años más tarde, ya la
comunidad de Guatapé sabía el agua que le iba a mojar y fue entonces cuando
empezaron las protestas, los paros cívicos por el miedo a perder tierras,
viviendas y calles.
Fue en 1.966 cuando el pueblo descontento explotó, un carroremolque muy grande y pesado pasó haciendo estragos sobre la red de acueducto y alcantarillado, demolió andenes, derribó frentes de casas y alares en las calles.
El paro cívico duró tres días; después de esta primera
movilización, vinieron otras tres en el curso de los siguientes 12 años, tal
vez el paro que más se recuerde es el del 4 de enero de 1.978 causado por la
despiadada demolición de la escuela de niñas. La gente nos soportó el
espectáculo de la caída de las paredes y aula, la humillante labor de
maquinaria pesada destruyendo una escuela sin haberse presentado una solución
completa a su remplazo, enfureció al pueblo.
Ya, el 24 de enero de 1.970 a las 9:00 de la mañana, cayó
la compuerta sobre el Rio Nare y en 32 días la primera etapa de la represa era
un hecho, más tarde, en 1.978 se precipitó la segunda etapa no sin tropiezos y
entonces el embalse inundó totalmente el pueblo de El Peñol y la mitad de
Guatapé en la parte urbana. Un año después esta central iluminaba la cuarta
parte de Antioquia, Medellín era ya una ciudad industrializada y el oriente de
Antioquia se había convertido en la perspectiva nacional más atractiva para la
generación de energía hidroeléctrica. Cuando el embalse total llegó a su máxima
generación de energía, bien pudo
suministrar un poco más del 40% del consumo nacional. A este territorio se le
denomina hoy, subregión de embalses, factor decisivo para la explotación turística y generación de energía
hidroeléctrica.
Datos INER
revista EEPP de Medellín, 1.979.
Dicho embalse está sobre el Rio Nare y es el primero
de una serie de cadena de cuatro
embalses, por lo tanto, este espejo de agua permite todo tipo de deportes
náuticos o el flujo de turistas para disfrute del paisaje.
Algunas rutas importantes que se ofrecen a través del embalse son: Isla de la fantasía, isla del sol, ruinas del viejo peñol, confama, la piedra, vertedero, entre otros.
Es importante mencionar que Guatapé y El Peñol son dos municipios ubicados en el oriente antioqueño, unidos por un gran embalse, el cual aporta actualmente aproximadamente el 12% de la energía que se utiliza en Colombia, dicho embalse tiene una extensión de aproximadamente 2.262 hectáreas, 20 metros de profundidad y 1.200 millones de metros cúbicos.
REFERENCIAS:
Por la calle del recuerdo, Guatapé 200 años, Álvaro Idárraga Álzate, 2.008, pág. 284, 285,
286 y 288.
Guatapé es un museo, Álvaro Idárraga Álzate, Guatapé 200
años, noviembre de 2.008, pág. 77.
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